Señales de que necesitas un servidor para pequeñas empresas
¡Felicitaciones, tu pequeña empresa debe estar haciendo algo bien! ¿Cómo lo sabemos?
Bueno, estás leyendo un artículo sobre cómo saber cuándo tu pequeña empresa está
lista para un servidor, lo cual sugiere que tu empresa ha crecido hasta el punto en
que un servidor sería probablemente una inversión inteligente y eso merece algún
reconocimiento. Pero, ¿cómo puedes saberlo con seguridad? Echemos un vistazo a las
cinco señales que indican que ya es hora de que incorpores unservidordedicado en tu
empresa.
5 señales que indican que tu empresa necesita un servidor
#1. Estás empezando a crecer realmente
En la etapa inicial de cualquier negocio, cuando se trata de solo dos o tres
empleados, administrar tus computadoras y IT es bastante sencillo. Cuando se
necesitan actualizaciones de software o estás evaluando cambiar a una solución
antivirus diferente, simplemente puedes reunirte en la mesa redonda (¿la mesa de la
cocina?) y hacerlo realidad. Es lo mismo cuando se trata de compartir archivos;
circular una unidad USB conteniendo una presentación actualizada solo lleva unos
minutos cuando se trata de unos pocos empleados.
Pero algo divertido sucede cuando dos o tres se vuelven cinco, seis, o incluso ocho
a diez: realizar estas tareas no sólo es un poco más difícil, es mucho más difícil y
lleva mucho más tiempo. Probablemente ya has notado que el tiempo dedicado en tan
solo mantener las PC de tu equipo ha aumentado significativamente.
Un servidor dedicado puede simplificar muchas, si no todas, de las tareas asociadas
con administrar una flota más grande de computadoras. Puede ser utilizado para
transferir actualizaciones de software a cada computadora de tu red, y puede hacerlo
ya sea que dichas computadoras se encuentren físicamente en tus instalaciones o no.
Y lo que es aún mejor, una vez que se configuró el servidor para que emitan las
actualizaciones, no se requieren otras acciones; las actualizaciones tienen lugar
cuando los usuarios se conectan a la red, ya sea a las 4 p.m. o 4 a.m.
De igual manera, ya no se usan los sneakernet (ficheros electrónicos) con USB ni las
algo más preferidas redes para compartir archivos... tu servidor es ahora un
depósito central de todos los recursos compartidos. Tu equipo te agradecerá este
aspecto cuando se trata de compartir archivos, ya que no hay nada más fastidioso que
darte cuenta de que estás trabajando con una versión desactualizada de un documento
Word u hoja de cálculo.
#2. Tu equipo necesita acceso a correo electrónico seguro y almacenamiento propietario de la compañía
Trabajar en la nube tiene muchas ventajas, pero independientemente de cuál sea el
proveedor de soluciones de nube que elijas, tus datos no se encuentran bajo tu
control directo. A medida que las historias de seguridad vulnerada, incluso en
plataformas gigantes como Facebook, se convierten en lo normal, vale la pena
preguntarte si estás verdaderamente cómodo con el hecho de que tus datos residan en
un conjunto de servidores que no controlas. No sólo se trata de seguridad. A medida
que la cantidad de empleados crece, tus costos de servicios de nube continuarán
creciendo también. Lo que comenzó como una manera económica de proporcionar a los
empleados acceso a correo electrónico y calendario pronto se vuelve un gasto mensual
que merma otros gastos operativos. Un servidor para pequeñas empresas dedicado puede
hacer frente a los problemas de soberanía y control de datos, como así también al
gasto.
Algunas empresas actúan como proveedoras de empresas más grandes, y estos clientes a
menudo tienen requerimientos estrictos en cuando a cómo y dónde se mantiene la
información de la compañía. Con un servidor en sitio, puedes verificar la integridad
y ubicación de los datos en cuestión.
Tener una plataforma de correo electrónico en un servidor, como Microsoft Exchange,
te da control sobre la cantidad de cuentas de correo electrónico y la capacidad de
almacenamiento de dichas cuentas y permite características avanzadas de recursos
compartidos. Si alguna vez se cae la conexión a Internet de tu ISP, tu equipo aun
podrá acceder a la totalidad de los datos de tu compañía, ya sea correo electrónico,
archivos compartidos o base de datos.
Con un servidor dedicado,
los gastos mensuales continuos son muy bajos para los servicios que alimenta. Los
costos por única vez de hardware, y licencias de software, pueden constituir un
costo inicial más elevado, pero estos pueden ser amortizados como gastos de capital,
los cuales algunas empresas prefieren antes que un gasto operativo mensual.
#3. Necesitas acceso constante y rápido a tus datos
Un servidor para pequeñas empresas es ideal para alojar servicios de alta demanda y
de gran ancho de banda como bases de datos. Si tu empresa depende de que varias
máquinas puedan acceder a un repositorio central, como un sistema de punto de venta
(POS), es vital contar con un servidor local. No sólo la conexión al servidor es
estable (porque está en la misma red que las máquinas del cliente), no tendrás que
afrontar gastos vinculados con el tamaño del repositorio, la cantidad de datos que
se escriben o leen o el tiempo de cálculo, todos los cuales son tarifas estándar
cuando se utilizan los servicios en la nube.
Tener tu propio servidor no es algo que debas analizar demasiado si tu empresa
trabaja muchos con videos. Los
archivos de video se encuentran entre los activos digitales de mayor tamaño con los
que debe lidiar una empresa, especialmente si se grabaron en 4K. Las velocidades de
conexión de red impredecibles pueden hacer que el trabajo con archivos de video en
la nube requiera demasiado tiempo y hasta que algunas veces se torne imposible. Los
servidores dedicados se pueden actualizar según tus especificaciones, con una CPU,
RAM y capacidad de disco duro que puedan manejar esos archivos grandes con
facilidad. La transferencia entre el servidor y tus laptops o computadoras de
escritorio con las últimas velocidades de red Gigabit Ethernet será
ultrarrápida.
#4. Confías en tu router para mantenerte seguro
Si todavía confías en el módem/router de Wi-Fi que te entrega tu ISP para mantener la
seguridad de la red frente a miradas indiscretas y malware, estás asumiendo un
riesgo innecesario. Estos dispositivos están diseñados para proporcionar acceso
rápido y confiable a Internet, pero no te ofrecerán un nivel de seguridad
personalizable de grado empresarial.
Un servidor para pequeñas empresas dedicado también puede actuar como la primera
línea de defensa de tu red, si instalas y configuras software de firewall. Un
firewall configurado adecuadamente es un gateway seguro, que monitorea todo el
tráfico entrante y saliente en busca de indicios de actividad maliciosa. Frena todo
tráfico que no reconozca como confiable e incluso puede bloquear eventos como los
ataques de denegación de servicio (DOS). Si bien es cierto que tu router de Wi-Fi
probablemente incluya algún tipo de característica de firewall integrada, una vez
que lo has comprado, es raro que el fabricante mantenga actualizado dicho software,
y ofrezca parcheos para las últimas vulnerabilidades, más allá del primer o segundo
año. Por otra parte, un software de firewall basado en servidor de terceros puede
ser mantenido actualizado indefinidamente.
#5. No cuentas realmente con un plan de back-up
Si tu personal no realiza copias de seguridad rutinarias de sus laptops o
computadoras de escritorio, no sólo corre el riesgo de perder datos valiosos, sino
que también se corre el riesgo de que esa persona permanezca inactiva mientras otros
intentan recuperar su máquina o a la espera de un reemplazo. Incluso si le has dado
instrucciones explícitas a tu personal sobre cómo y cuándo realizar copias de
seguridad en la nube o en un disco duro externo, es posible que no siempre lo hagan.
Con un servidor para pequeñas empresas puedes automatizar las copias de seguridad de
todos tus equipos en un hub central y, a continuación, hacer copias de seguridad de
tu servidor para mayor tranquilidad. Tener esos datos fácilmente disponibles en tus
instalaciones, en lugar de tenerlos en la nube, reducirá drásticamente el tiempo y
el esfuerzo necesarios para hacer que esa máquina inutilizada se vuelva a poner en
funcionamiento.